Ya hemos decidido que la ciudad no es para nosotras y
nos vamos en busca de algo más de actividad a Baños, la ciudad de los deportes
de aventura.
Hemos mirado por Internet los horarios de los buses,
pero esta vez no hemos comprado el billete…. Parece que de los de tipo
“ejecutivo”, que son los cómodos, sale uno a las 8 y otro a las 9. El dueño del
hotel amablemente se ofrece a llevarnos, así que desayunamos estupendamente el
desayuno de la abuela y nos vamos a la estación. La terminal terrestre de
Cuenca no es tan grande como la de Guayaquil, pero sí igualmente caótica, aunque a esta hora no hay
mucha gente y es que luego nos enteramos que este día es festivo en la ciudad
de Cuenca. Hay hombres en las puertas gritando los destinos: Quito, quito quito….
Ambato, Ambato, Ambato…. Ese es el nuestro! No hay buses directos a Baños y hay
que ir por Ambato porque la carretera de Riobamba a Baños (que sería lo lógico)
ha sido destruída por las erupciones del volcán Tinguragua. Estos hombres que
te ayudan a ir a la compañía que vende los billetes a esas localidades están
contratados por la estación, así que no hay que darles propina. El caso es que
seguimos al hombrecito que nos lleva de compañía en compañía sin éxito… parece
ser que por ser festivo, han anulado la mayor parte de las salidas, ya que hasta
que no haya personas suficientes para llenar los buses, estos no salen…. Nos
lleva hasta la última posibilidad, la compañía Cooperativa Santa, que tiene un
bus a las 9, que nos dicen que saldrá seguro. Así que allí quedamos esperando. El dueño del hotel se despide, no sin
dejarnos con la mosca detrás de la oreja al decirnos que el volcán Tunguragua
está en plena erupción estos días y que él no iría a Baños…. Brrrrr.
La espera la amenizamos con una pareja de norteamericanos
que está en la misma situación que nosotras. Él lleva viviendo un año en Cuenca
y van unos días a Baños de relax. Nos dice que aunque el volcán esté en
erupción, en Baños no se corre peligro….
El trayecto a Ambato son 7 horas, pero el bus es
cómodo y nos ponen dos pelis, así que no se hace nada pesado. También paramos a
comer a mitad camino y constantemente sube gente al bus a vender comida y
bebida, así que no hay que preocuparse, que hambre no se pasa….
Al comienzo del viaje sube un vendedor de artesanía,
que con mucha gracia y salero nos tiene media hora entretenidos y al final nos
vende el colgante que él quiere a la mayoría de los pasajeros…. Era un tío muy
simpático y un buen embaucador… nos ha entretenido un rato, así que le damos gustosamente
la “voluntad” de 2 dólares por collar….
También sube un ciego a cantarnos algo en otra parte
del trayecto. Éste pobre canta fatal, pero aun así le damos una propinilla….
En fin, ni comida ni entretenimiento podéis ver que
falte, con que el viaje se nos pasa volando!
En Ambato le pedimos al del bus (tienen siempre
chófer más asistente) que nos diga donde paran los buses a Baños y nos deja en
frente de la parada. El trasbordo es rapidísimo. Pasan buses a Baños
constantemente, y aunque perdemos el que estaba parado al llegar, a los cinco minutos
llega otro. El trayecto a baños vale 1 dólar y tarda unos 45 minutos.
Llegamos a Baños a una hora más que razonable: las
cinco de la tarde. Nos vamos a nuestro hotel “La Puerta del Sol” que está un
poco a las afueras, así que cogemos un taxi por 1 dólar. El hotel está bien, es
un poco antiguo y necesita una pequeña remodelación, pero las habitaciones son
amplias y confortables con unas vistas impresionantes a la montaña y el
desayuno es un buffet libre fantástico. Además es muy barato: 32$ la noche
habitación doble con desayuno.
Nos alojamos y nos vamos a patear un poco la ciudad y
a buscar actividades para mañana.
La ciudad es bonita, con una gran plaza de la
basílica y otra del parque. Como la ciudad está rodeada de montañas y las casas
son bajitas, ambas plazas tienen unas vistas impresionantes. La primera
impresión es buena. Por lo demás es una ciudad eminentemente turística, así que
la mayor parte de los establecimientos están destinados o a hoteles, restaurantes,
tour operadoras, alquiler de bicis…. En fin…. Lo típico, pero incluso más que
en galápagos, aquí debe venir mucho turismo local (está cerca de Quito) y
también internacional.
Preguntamos en un montón de agencias sobre el tour al
a selva de dos días que queremos hacer. Es difícil discernir entre unas y otras,
ya que todos te ofrecen cosas parecidas, pero cada uno te lo vende de una
manera y la diferencia de precios es notable y no sabemos por qué…. Los precios
varían de 35$ por día en las más baratas a 70$ en las más caras… Así que
decidimos esperar y mirar por internet en Tripadvisor para dejarnos guiar por los viajeros que han estado antes. Resulta que la que nos pide 70$ es, claro, la
mejor valorada: Natural Magic. Guías profesionales y buenos servicios. Aun así
nos parece excesivo y optamos por la segunda mejor valorada, Geotours, que nos ofrece un
precio más intermedio: 50$ al día: 100$ dos días en la selva. Aunque
Giovani, el dueño, nos vende fatal el tour!, así que está claro que no hay que
fijarse en cómo te lo venden sino en la opinión de otros viajeros.
Mañana pasaremos el día tranquilo en baños viendo
cascadas y termas y pasado mañana nos iremos al Amazonas durante dos días.
Cenamos en un restaurante suizo (El Swiss Bistro) una buena
ensalada camembert y unos rollitos con salami ahumado que no nos gustan nada y
nos vamos a dormir.
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