A las 8.30 estamos en la agencia con un micro-macuto
dispuestas a pasar dos días de aventura en la selva. Las botas de agua (imprescindibles como veremos) y la capa impermeable te las dan ellos.
Hay que decir que la selva
que se visita desde Baños es ya secundaria, ya que ha sido ya muy “tocada” por
la civilización y no quedan muchos animales. Para ir a la selva primaria hay
que desplazarse 8 horas hasta Cuyabeno y hacen falta por lo menos 4 días, así
que lo descartamos por falta de tiempo, pero tiene muy buena pinta….
En el tour al final vamos 9 personas, pero 5 vienen
para un día y 4 para dos y llevamos dos guías. En la agencia nos dijeron que
los grupos no eran de más de 6 personas y aunque somos más, es verdad que nos acompañan
dos guías que dividen el grupo por la mitad cuando se trata de dar
explicaciones o hacer actividades. Los guías son Carlos y Edwin, este último
será el que nos acompañe los dos días. En el grupo van 3 mejicanos de 17-18
años, los cuales les llaman mucho la atención a los guías, ya que no suelen
tener turismo de Méjico y menos tan jóvenes. También viene una pareja de
tortolitos holandeses, que serán los que nos acompañen los dos días y una pareja
mixta ecuatoriana-francés. Todos muy majetes. El tour, según ritual de los guías, empieza con la foto de un salto... ved que sincronización!!
Las principales diferencias de las tour operadoras
buenas con las malas son los guías profesionales y muy preparados y el número
de personas por grupo. Vimos como iban los de los tours baratos (35$) y era un
bus de dos pisos con un solo guía!!!
El primer día está full de actividades (como dicen
ellos), primero te paran el algunas de las cascadas que ya vimos ayer, pero te
dan muchas más explicaciones, claro. La primera parada se realiza en Puyo y es
para ver el centro de recuperación de fauna salvaje. Son animales que han sido
confiscados a la gente y que se mantienen en este centro hasta que, si es
posible, sean devueltos a la selva. Hay animales que ya no pueden ser
reintroducidos y se usan de manera didáctica para que la gente los conozca y
aprenda de ellos. Nos cuenta Edwin que cuando la gente visita la selva en
muchas ocasiones los indígenas locales, a cambio de una gorra o una camiseta
les dan un animal salvaje de los que tienen domesticados. Estos son confiscados
en Puyo y van a este centro de recuperación. Allí aprendemos que hay leopardos
que no superan en gran medida la envergadura de un gato grande y que los
felinos más grandes de la selva son los pumas o jaguares. También vemos por
primera vez Tapires, la vaca de la selva, que están en serio peligro de extinción
por ser una carne de gran calidad.
También vemos a los roedores más grandes del
mundo, que son casi como un
cerdo y son muy buenos nadadores.
Por supuesto monos, jabalíes y diferentes
tipos de guacamayos y loros. También tienen caimanes conviviendo con tortugas...
De ahí nos vamos a ver una comunidad indígena quichua. Esto es lo más decepcionante de todo
el tour. No esperábamos ver nada realmente auténtico, pero es que en realidad
no vimos nada!!! Son las cabañas construidas por ellos con paja de toquilla que
es un gran aislante de la lluvia y de
las altas temperaturas. En una de ellas tienen artesanía expuesta para que
compres y te pintan la cara con tintes naturales, pero ni tan siquiera son
ellos los que te pintan, es el propio Edwin el que nos hace los dibujos
faciales a cada uno de nosotros…
Semilla con la que tiñen la cara
Luego
te llevan a ver al chaman, que es el más anciano de la comunidad, que se viste
para nosotros con sus abalorios festivos y nos hacemos la foto de rigor, a él y a sus mascotas....
Está
bien que a veces tengas que pasar por hacer la mayor de las turistadas y esto
lo aceptamos, siempre y cuando obtengas algo interesante a cambio: información
del modo de vida de los quichua, de su cultura, de sus creencias…. Pues nada de
nada. Esta parte del tour podía ser absolutamente obviada.
De ahí nos llevan a comer. La comida a base de
tilapia hecha al vapor dentro de una hoja está muy rica. Siempre sirven una
sopa de primero y un plato combinado de segundo a base de arroz (no falta
nunca), verduras y carne o pescado.
Después de la comida, por una empinada cuesta
llegamos a un impresionante mirador. Se ve la selva y el río Pastaza haciendo
unos meandros muy espectaculares. Al llegar arriba además tienes unas hamacas
para recuperarte del esfuerzo.
En este mirador realizamos nuestra primera
actividad de aventura, quizá la más arriesgada de todas las que hemos hecho
este viaje…..
Es un trozo de madera atado a una cuerda que te hace
saltar al abismo… los mejicanos adolescentes son los primeros en disfrutar de
la aventura y los holandeses también se animan, luego vamos nosotras….. brrrrrrr
la verdad que impresiona de lo lindo, sobre todo por la ausencia total de
medidas de seguridad, pero la sensación merece la pena…
El clima en la selva es impredecible; durante la
comida ha caído una lluvia torrencial y ahora hace un sol esplendoroso.
Ahora toca el trecking en la selva para ver la
cascada del río Cristal. Para ello los que nos vamos a quedar dos días nos
vamos con Edwin y el resto con Carlos. Salimos en tiempos distintos y no sé si
por caminos diferentes. El camino son unas dos horas, eso sí, parando
continuamente para recibir todo tipo de explicaciones. Edwin sabe muchísimo de
plantas e insectos y nos deleita con sus conocimientos. Más tarde descubriremos
por qué sabe tanto…. La carrera que necesitan tener para ejercer de guías turísticos
es la de ecoturismo y para poder obtener el título (3 años en universidad
privada) necesitan realizar unas prácticas de 6 meses en una comunidad
indígena, viviendo con ellos y aprendiendo sus costumbres y creencias. Edwin,
además, como le gustó el tema, siguió de voluntario en la comunidad un tiempo
más. Es un chico muy activo y trabajador, está todo el rato pendiente del grupo
y tiene un trato muy agradable, así que estamos muy contentas con él.
Aprendemos de plantas alimenticias, medicinales, plantas que sirven para teñir,
útiles para hacer herramientas… nos hace probar de todo!!! Una de las delicias
de la selva son las termitas, que son un alimento que sirve para sobrevivir y
además de repelente de mosquitos si las machacas con las manos. Para cogerlas
basta con poner el dedo en un termitero y pronto tienes toda la mano llena. Los
chicos las prueban, nosotras pasamos.. .
El caso es que durante el paseo por la
selva, entre las muchas plantas que nos hace probar Edwin, nos da a probar unas
hojas que en la base tienen una especie de bulbo. Quiere que nos comamos solo
el bulbo que tiene sabor a limón…. Una vez comidas varias nos confirma que lo
que sabe a limón no son las hojas, sino las hormigas que contiene el bulbo!!!
Aggggggggg!! Nos hemos comido un montón de hormigas…. Será capullo!
A cambio en otra de las paradas nos realiza una
mascarilla de arcilla natural y quedamos todos preparados para llevar una
preciosa mascarilla hasta que lleguemos a la cascada.
El paseo es muy agradable, la selva es frondosa y
húmeda y realmente da la impresión de que estás inmerso en el centro del
Amazonas… que pena que ya no queden animales grandes….
La cascada está llena de gente, ya que los
turistas del bus han ido por el camino fácil y están todos ahí bañándose. Nosotros
damos una vuelta a la cascada para hacer tiempo y que se vayan y por fin nos
damos un baño de hidromasaje en plena cascada. El agua aunque fresca, no está
nada fría, se nota que viene de las lluvias y no de deshielos.
En la cascada nos cruzamos con el resto del grupo,
pero seguimos yendo separados porque ahora toca paseo en canoa por el río y
también lo hacemos en dos grupos.
Volvemos por el camino fácil y ahí nos esperan los
“canoeros” para llevarnos de paseo por un río lleno de obstáculos, que aunque
no llega a ser un rafting, a veces lo parece!!! La barca es tradicional hecha con el único tronco de un árbol vaciado.
Está atardeciendo y hay una luz preciosa. La temperatura es también muy
agradable y disfrutamos de unos 20 minutos de paseo río abajo que nos deja muy
relajados.
De ahí nos juntamos con el resto del grupo en el
coche, pero ellos se van ya de vuelta a Baños y nosotros a lo que será nuestro
campamento en medio de la selva. Ya es noche cerrada y el campamento está a
unos 10 minutos andando de la carretera… Ninguno nos hemos acordado de traer
linterna, pero menos mal que llevamos el móvil y en esta situación nos saca de
apuros ya que hay que cruzar 3 puentes de madera estrechos y es fácil poner el
pie donde no toca!
Cenamos estupendamente en el campamento una buena
sopa y pollo asado con arroz y verduras. Luego nos quedamos hablando un rato en
la hoguera y a dormir que estamos muertas! Al principio nos dieron cabaña
conjunta a los cuatro, pero los tortolitos piden una para ellos y como queda
una libre se la conceden, así que nosotras también salimos ganando en
intimidad…
Ya en la cama nos dormimos entre los sonidos del río
y de la selva… el entorno no sabemos como es, pero tiene una pinta estupenda, a
ver qué visión nos depara el nuevo día!!
Estáis muy monas pintadas así....Lo de las hormigas...................cómo os pueden haber hecho algo así?.....esa broma yo no os la haría nuncaaaaaaaaaaaaa. Besos hormigosooooos!!! :)
ResponderEliminarOye...Esa foto que está antes de la oruga rara ¿qué es?...la lengua peluda de un animal raro o un matasuegras vegetal???? ¿Qué es eso?
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