martes, 5 de agosto de 2014

14 de Agosto de 2014. Segundo día en la Selva


Nos levantamos con el canto de los pájaros, hemos dormido razonablemente bien… Esto es lo que nos encontramos al despertar....




Edwin ya nos espera con el desayuno preparado. Buenísima ensalada de frutas con yogur y cereales, jugo, huevos revueltos y pan con mantequilla y mermelada…. Como el kiko!!!



Del campamento nos vamos a iniciar la caminata hacia la cascada escondida que tiene como tres horas de ida y unas dos o tres de vuelta. El camino a veces se hace duro por el barro que hace que se te claven las botas, además algunas cuestas son acusadas, pero Edwin se encarga de hacerlo agradable y ameno parando continuamente a explicarnos cosas. Aquí van algunos animalitos y plantas de la selva... concretamente este primero estaba en el campamento!!!



HOJAS DE PUNTA DE LANZA

 HORMIGA GIGANTE
INSECTO PALO: se mimetizan a la perfección! 

 RÍO POR EL QUE ANDUVIMOS
WALKING TREE: de un tronco central salen raíces de arriba a abajo que se van anclando al suelo
En una de las paradas nos enseña a sacar fibra muy resistente de una planta de hoja larga y estrecha. Rascando su parte carnosa en el interior quedan unas fibras que son súper resistentes, las cuales trenza entre sí preparando el cordón de lo que será nuestro futuro colgante… ahora solo falta encontrar una semilla adecuada. En unos cuantos metros más las encontramos, son las semillas del walking tree, del tamaño de una almendra que tienen unos bonitos dibujos en la superficie. Edwin se encarga de engarzarlas en la cuerda que ha preparado previamente y nos elabora un elegante colgante con productos naturales de la selva….

Durante el trayecto hay ratos que vamos por el cauce de riachuelos, otros en medio de un lodazal, otros subiendo un repecho entre rocas y barro…. Es entretenido. Cuando encuentra arcilla roja nos volvemos a hacer una mascarilla, esta vez con un tipo de arcilla diferente. Éstas son las cotizadísimas en los spas! Vamos a salir de aquí rejuvenecidas 20 años!!

Para la última parte del trecking nos tenemos que quedar en bikini ya que toca atravesar el río “moja-huevos”, es fácil entender el por qué del nombre… no? Nos damos cuenta aquí de la enorme versatilidad  de las botas de goma, sirven tanto para andar en lodazal como dentro del río. Estas son de caucho puro, no llevan nada de fieltro por dentro, así que secan rapidísimo, de modo que para el trayecto por dentro del río nos quitamos los calcetines y andamos con ellas sobre las rocas del cauce tan a gusto…. Los últimos 20 metros ya no son “moja-huevos”, aquí hay que nadar. De modo que ya nos quitamos toda la ropa, dejamos las mochilas en una roca y nos lanzamos al agua para ver tras un recodo del río la famosa cascada escondida!! Estamos felices nadando en el agua fresquita y disfrutando de un agradable hidromasaje bajo la cascada. Se agradece mucho el baño después de la embarrada caminanta!

La vuelta se puede hacer por camino de 2 horas por la selva o de 1,15 de atajo por monte abierto… Preferimos la selva pero se ha hecho algo tarde y a las 3 viene a buscarnos el coche, así que nos vamos por el atajo…. L

El atajo es por la zona periférica de la parte selvática. Son zonas que fueron taladas por los propietarios para hacer campos pastables para el ganado, pero con la llegada de Correa al poder las cosas han cambiado y les han prohibido seguir talando y usar estos campos para el ganado. A cambio les dan algo de dinero y les permiten la explotación turística de la zona. Las zonas que fueron taladas han sido abandonadas a su suerte, pero en vez de repoblarse de árboles autóctonos, ha sido colonizada por una planta parásita que parece Jaraz y que cubre toda ésta área dando un aspecto deplorable, ya que son muchas hectáreas que ahora no se usan para el ganado pero que tampoco han sido reforestadas, formando un anillo alrededor de la selva de esta frondosa planta. Pasamos por el medio tratando de llegar a la salida, el calor es agobiante porque las plantas son muy altas y no dejan pasar una brizna de brisa…. Hay un momento que llegamos a lo alto de la colina permitiéndonos ver unas vistas espectaculares de toda el área selvática a nuestros pies. Todavía les queda mucha selva virgen en la zona más oriental de Ecuador. Lo bueno de este país es que, como dicen ellos, en una pequeña extensión de tierra tienen muy diferentes ecosistemas: costero/tropical en la parte más occidental, andes en toda la franja central y selva amazonica en el oriente.

Llegamos al campamento donde hemos dormido cansados pero satisfechos. Llevamos barro hasta las orejas, así que nos vamos al río a lavarnos un poco y a lavar las botas. Hace una mañana espléndida! Hemos tenido mucha suerte con el tiempo que nos ha hecho en la selva, ya que suele llover torrencialmente y sólo llovió el rato de comer ayer.

Descansamos un poco con los pies en el río y nos llaman para comer…  sopa y carne con arroz y verdura…. Muy rico. Además Edwin ha cogido unos limones por el camino y nos prepara una riquísima limonada…. Limonada que yo me tiro por encima en el primer intento de servir…. Pobre Edwin, él que lo ha hecho con todo el cariño y yo la tiro casi toda…. L a cambio le invito a una cerveza a medias…

Pronto se hacen las tres, así que recogemos todo y nos vamos en busca del auto que viene a recogernos. En las dos horas de camino de vuelta dormitamos en la “buseta”, que es como la llaman ellos.
A la llegada a Baños el Tungurahua nos honra con su visión por primera vez!!





Nos vamos al hotel a ducharnos y volvemos a salir a la calle… estamos activas!! Nos vamos de nuevo a la agencia Geotours para encargar un “Cañoning” para mañana, luego paseamos, buscamos algún regalito y nos vamos a cenar a una pizzeria. Los restaurantes suelen dar bien de comer, pero el servicio es extremadamente lento…. Esto lo tienen que mejorar!

Satisfechas y contentas por nuestro viaje a la selva, nos vamos a dormir.

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